La microbiota es un conjunto de microorganismos que se encuentran en el cuerpo y que cumplen funciones importantes para nuestra salud. Entre otras tareas, ayudan a proteger el aparato digestivo de otros microorganismos patógenos oportunistas (causantes de enfermedades), además de estimular el sistema inmunológico.
Siempre se suele vincular este término al aparato digestivo, pero en nuestro cuerpo habitan otras bacterias protectoras. Podemos encontrarlas en nuestra piel, nuestro intestino o en el aparato reproductor femenino.
La importancia de la microbiota vaginal
La vagina, pese a ser un órgano interno, está conectada con el exterior por lo que es imposible que se mantenga estéril. Por esta razón, debe disponer de un potente sistema de defensa que evite la proliferación de infecciones y gérmenes que puedan causar problemas y que son muy comunes en estos meses de verano.
De esta protección se encarga la microbiota vaginal, también llamada flora vaginal, formada por un conjunto de microorganismos que habitan en la vagina, llamados acidófilos o lactobacilos, que son considerados los guardianes del ecosistema vaginal.
Según The Beemine Lab, hay más de 20 especies de lactobacilos, realmente solo 6 son realmente importantes en el ecosistema vaginal: L. crispatus, L. gasseri, L. iners, L. jensenii L. buchneri y L. vaginalispu. Estas bacterias producen lo que se llama ácido láctico, considerado como la pieza angular para mantener un ecosistema saludable, ya que su presencia en las cantidades adecuadas es lo que hace que se mantenga un el pH ácido en la zona íntima, favoreciendo la proliferación de estas bacterias buenas.
Cómo mantener el equilibrio de la microbiota vaginal
Este ecosistema es único en cada mujer. Es dinámico y va cambiando a lo largo de su vida (niñez, edad fértil, embarazo y menopausia). Esas alteraciones dependen de situaciones o etapas como el ciclo menstrual, las relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos o la lactancia.
También es susceptible a factores externos como la dieta, la higiene, el tabaco o incluso nuestro entorno (vivienda, lugar de trabajo…). Por eso, es tan importante seguir algunas pautas de higiene y estilo de vida. Si mantenemos ciertos hábitos saludables, ayudaremos a mantener el equilibrio natural de la zona íntima previniendo la aparición de irritaciones e infecciones vaginales.
Higiene íntima y alimentación sana
Desde The Beemine Lab recomiendan utilizar ropa interior 100 % de algodón que permitan la transpiración, cambiarse el bañador húmedo para mantener la zona siempre seca, higiene diaria, una buena nutrición y utilizar productos formulados específicamente para la zona íntima.
“Es muy importante el equilibrio de nuestro ecosistema vaginal ya que no solo protege nuestra zona íntima, sino que inhibe e crecimiento de microorganismos dañinos, generan sustancias que mantienen un PH ácido que es el principal mecanismo de defensa y ayudan al sistema inmunitario”, explica la ginecóloga obstreta Miriam Al Adibm.
En este sentido, este laboratorio proponen una solución para la salud íntima de las mujeres basada en dos ingredientes fundamentales: la miel y el cannabis. “¿Por qué Cannabis y miel para la salud íntima? La decisión fue clara. Sabíamos que teníamos tres beneficios potentes para la zona vaginal como son las propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antimicrobianos que comparten el cannabis y los derivados apícolas”, señala Andrés Espinosa, director de I+D de The Beemine Lab.