Luka Doncic es como la triste ruptura forzada que Dallas jamás olvidará, pero lo que la desolada ciudad asolada por las desgracias ve es, por lo menos por ahora, suficiente para olvidar el dolor. El motivo, Anthony Davis, quien hizo levantar a los presentes de sus asientos en los últimos segundos en la victoria ante los Atlanta Hawks (120-118) como tantas veces hizo el genio de Ljubljana.
A falta de siete segundos para el final y 118-118 en el luminoso, la Ceja recibió el balón en el perímetro tras un tiempo muerto con sus compañeros dibujándole el aclarado. El ex de los Lakers penetró y definió con una complicada bomba que entró limpia para acabar con 34 puntos, 15 rebotes y 2 asistencias en 30 minutos con un 14/23 en tiros de campo y un 2/4 en triples.
Una jugada y una colosal actuación que habría firmado el mismísimo Doncic o Kyrie Irving, lesionado de gravedad. Davis, principal retorno por el esloveno, se siente con la obligación de devolverle la ilusión con los Mavericks a la deprimida Dallas y por eso decidió a volver a jugar esta temporada pese a que se especulaba con que ya no jugaría más tras la lesión de su debut. La acción definitiva con la que exhibió su compromiso fue un golpe fortuito en el ojo que se lo dejó sangrando, lo que no le impidió volver a la pista.
Para coronarse y recordar el pívot de élite con impacto en ambos lados de la cancha que es, el ex compañero de dúo de LeBron James impidió a Trae Young anotar en la última acción -el triple del base no tocó ni aro-, y coleccionó 5 tapones. Insuflando él también esperanza a la parroquia maverick, Klay Thompson dejó reminiscencias de lo que fue con 17 puntos y un 5/9 en triples para ayudar a sofocar los 25 puntos y 12 asistencias de Young.
De repente, y pese a que el luto por Luka Doncic sigue vigente, los Dallas Mavericks ven cómo su situación no es tan dramática, sobre todo si se comparan a la de otros. El conjunto de Texas es noveno con 38-39 con cuatro partidos por jugar, con una considerable ventaja sobre los Phoenix Suns, undécimos con 35-41, como para creer que van a jugar el play-in casi con total seguridad. Su drama es menor si se mira al de los propios Suns o el de los Sixers, que van a cumplir las bodas de plata sin pisar unas Finales de Conferencia.
Además, siguen llegando las buenas noticias desde la enfermería y el conjunto de Jason Kidd recuperó anoche a Dereck Lively II, todavía con falta de ritmo y restricción de minutos. El pívot sophomore firmó 4 puntos, 5 rebotes, 1 asistencia y 1 tapón en 15 minutos.
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Además Spencer Dinwiddie lo bordó como base con 14 puntos y 10 asistencias y el ex laker Max Christie (11 puntos), Daniel Gafford (11) y Jaden Hardy (13) aportaron desde el banquillo. El karma le da por fin tregua a Dallas.